Un ánfora para el tiempo
Por María García Esperón
Fernando Álvarez Balbuena
Colección Akrón de Poesía
España, 2011
Fernando Álvarez Balbuena |
Fernando Álvarez Balbuena (Gijón, 1933) entrega en Marea Interior su primer poemario y con él una obra de cuidada factura que cifra en su lenguaje poético toda una experiencia vital.
Investigador y ensayista reconocido en diversos ámbitos, Fernando ofrece en esta marea una especie de diario del hombre surcado de una elegante melancolía. Su palabra es mundo–word is world- al delinear las ciudades que ha mirado con los ojos del alma con las palabras precisas, meciéndolas en los brazos del soneto: Venecia, Florencia, Oviedo, Capri, Atenas, surgen de los versos con la majestuosidad con que emergen las diosas de la espuma o del mármol. Ya catedral, ya alcázar o acrópolis eterna, la mirada poética del autor fija en el lienzo del tiempo impresiones sucesivas, vivenciales y literarias, para entregar una pintura acabada. La expresión, siempre contenida de Fernando, engarza la joya de la emotividad, como cuando tiñe los mármoles de la Acrópolis con un recuerdo del color de la sangre:
Mucho tiempo después abrí mis venas
para decirte cuánto te quería,
soñé tu noche y adoré tu día
y reviví tus glorias y mis penas.
En los Poemas Sueltos, el autor ha convertido su trayectoria vital en instantes poéticos que construyen un mundo de experiencias transmutadas en una serena sabiduría. Describe en toda su fiereza el mundo hostil del hombre lobo del hombre en el poema Desengaños, pero también entrega la ternura toda del ambiente infantil y familiar en su poema asturiano, lleno de reminiscencias entrañables surcadas por la dulzura de la lengua materna:
Entá soy aquel neñu de penes inocentes,
que siempre consolaben los mimos de su má.
Les penes, con los años, ficiéronse más fuertes
y la que yera el pañu de lágrimas, non tá.
Los 22 sonetos de variada temática demuestran la soltura con que el autor se desenvuelve en esta forma poética. Él mismo manifiesta en la Introducción del libro la afinidad natural que tiene por el endecasílabo. Los sonetos de Fernando trascienden su gran conocimiento de los clásicos, lejanas músicas de la Vita Nuova de Dante se perciben sutiles como un perfume entre sus versos:
Entre tú y yo no habrá absolutamente
más que una lealtad apasionada;
nuestro vivir se perderá en la nada
sin un mal pensamiento tras la frente.
El tema amatorio es tratado por el autor con sobriedad y con franqueza al mismo tiempo, revela culpas, nostalgias, anhelos, remordimientos, el mapa entero de la pasión amorosa recordado ya desde la soledad, ya desde la compañía; desde la madurez que expresan los versos agrupados bajo este título y que componen la cuarta parte del poemario y que vuelve al pasado dulce simbolizado por la casa original, la casa que es la infancia, ensoñación más pura del poeta:
En aquel lejano entonces, eran rosados los cielos
y las nubes no presagiaban tormentas ni chubascos.
El tiempo no tenía filos de acero
y las brisas cantaban en los campos
con tenues voces dulces de dichas cereales.
Es este un libro de clásicas resonancias, de experiencia vital destilada en el alambique de la poesía, en donde el lector de cualquier edad podrá reconocerse y reflejarse en la serenidad de ese lago de belleza que es la Marea Interior de Fernando Álvarez Balbuena.
La Caravana del Verso
Felipe Prieto y Joaquín De la Buelga |
En una completa experiencia estética, el libro de Álvarez Balbuena se acompaña de un disco realizado por la Compañía La Caravana del Verso, en donde intervienen los recitadores Joaquín De la Buelga y Felipe Prieto y que cuenta con la producción de Juan Taboada.
Se han seleccionado del libro 14 poemas que impactan poderosamente a los oyentes en la interpretación de ambos artistas, que es arropada por la extraordinaria selección musical que hace Juan Taboada con una especie de sexto sentido que desentraña las músicas interiores de los poemas de Fernando.
La interpretación de Joaquín De la Buelga establece una conexión profunda con la experiencia vital vertida por el poeta en sus letras y reintroduce al poema en el torrente de la vida. De la Buelga posee una voz privilegiada en donde los sentimientos evocados en las letras respiran a pulmón pleno, se expanden, se celebran y se lamentan: el amor, la nostalgia, el desengaño, el escepticismo, la esperanza se devuelven a su hombre al hacerse voz, se encarnan de nuevo, se entregan doblemente. La voz de Joaquín atrae y guía, alberga y se queda en el oído para siempre, como el misterio de una caracola.
Felipe Prieto, por su parte, sabe encontrar en el poema los matices más sutiles, las ternuras más recónditas. Su voz de profundo timbre se abraza con una cualidad no común en nuestro tiempo: la compasión. Padece trémulo con el poeta cuando viaja a la infancia en lengua asturiana, vibra con la luz de Florencia y se convierte en tiempo en la noche más larga…
La musicalización de Juan Taboada dota al disco entero de una atmósfera especial, la de un espacio más allá del espacio donde la palabra se entrega como ese algo alado, liviano y sagrado de la definición platónica. La Marea Interior de Fernando Álvarez Balbuena ha encontrado en este trío de poderosos creadores el ánfora perfecta para contener su música del tiempo.