Otra sirenita
mucho tiempo atrás
se alejó del fondo
del azul del mar
y sobre las olas
cantó su cantar
su canción de espuma y
marinmensidad.
Se había enamorado
de un astro fugaz
porque vio su brillo
en el fondo del mar.
Una vez cada año
una nada más
fulguraba el astro
en la oscuridad.
Estaba tan alto...
¿lo podría alcanzar?
¿podría ver su rostro?
¿podrían conversar?
¿Hablaría su idioma?
¿Comería con sal?
¿Sabría sus canciones?
¿Lo podría besar?
Sobre su cabeza
vio la luz pasar
una vez cada año
una nada más.
(C) María García Esperón
(C) María García Esperón