Destino y Origen
no se conocían.
Él nació en el norte.
Ella al mediodía.
Destino es veleta
de viento cambiante.
Origen en cambio
es firme y constante.
Origen es quieto.
Inquieta es Destino.
Los dos sin embargo
son solo un camino.
Destino es un hada
Origen, un conde
viven en un reino
que no tiene nombre.
Viven en un tiempo
que no puede ser
Viven en un cuento
contado al revés.
Dicen que en las noches
Destino tal vez
sueña con su Origen
que no puede ver.
Y que en las mañanas
Origen también
piensa en su Destino
que quiere volver.
No se encuentran nunca
-que no puede ser-
que un conde y un hada
se quieran querer.